jueves, 19 de julio de 2007
Feliz dia Hermanos...
Amigos y nadie mas... el resto la selva
A mis amigos
A mis amigos les adeudo la ternura
y las palabras de aliento y el abrazo,
el compartir con todos ellos la factura
que nos presenta la vida paso a paso.
A mis amigos les adeudo la paciencia
de tolerarme mis espinas más agudas,
los arrebatos del humor, la negligencialas
vanidades, los temores y las dudas.
Un barco frágil de papel
parece a veces la amistad,
pero jamás puede con él
la más violenta tempestad.
Porque ese barco de papel
tiene aferrado a su timón,
por capitán y timonel...¡un corazón!
A mis amigos les adeudo algún enfado
que perturbara sin querer nuestra armonía,
sabemos todos que no puede ser pecado
el discutir alguna vez por tonterías.
A mis amigos legaré cuando me muera
mi devoción en un acorde de guitarra,
y entre los versos olvidados de un poema
mi pobre alma incorregible de cigarra.
Amigo mío si esta copla como el viento
a donde quieras escucharla te reclama,
serás plural porque lo exige el sentimiento
cuando se llevan los amigos en el alma.
Autor: A. Cortez
1er Posteo: Pedro Bonifacio Palacios

Almafuerte ha llegado a mis manos gracias a mi viejo, quien solo me ha recomendado 2 libros en mi vida, y uno de ellos era las obras completas de Almafuerte, el otro, "Las fuerzas morales" de Jose Ingenieros el cual desarrollare en algún otro posteo.
Debo decir que cuando leí por primera vez alguno de los poemas de Palacios me vi conmovido, no solo por su forma de expresar, sino por las cosa que expresaba. Sus poesías y relatos deberian darnos la fuerza necesaria para afrontar este mundo, absurdo, difícil y hermoso que nos toca vivir.
La simpleza de las palabras de Almafuerte quedan rebotando en la cabeza del lector apenas entran por los ojos.
Les dejo alguna poesia para que lean y entiendan a que me refiero.
Si te postran diez veces, te levantas
otras diez, otras cien, otras quinientas...
No han de ser tus caídas tan violentas
ni tampoco, por ley, han de ser tantas!
Con el hambre genial con que las plantas
asimilan el humus avarientas,
deglutiendo el rigor de las afrentas
se formaron los santos y las santas.
Obsesión casi asnal, para ser fuerte,
nada más necesita la criatura;
y en cualquier infeliz se me figura
que se rompen las garras de la suerte...
Todos los incurables tienen cura
cinco segundos antes de su muerte!